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Deporte…con puntos y comas-El dopaje

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Desde que el deporte es un importante motor económico, político y social, se está instaurando un dopaje industrializado y globalizado que está cambiando la identidad misma del deporte. Una realidad a la que todos nosotros nos estamos acostumbrando sin ofrecer la resistencia y las soluciones debidas. Un trastorno cultural en toda regla. De la picaresca ocasional a la cultura establecida de hacer trampas mejor que el contrario, para ganar, que es lo único que importa. Hay, al menos, tres repercusiones negativas achacables al dopaje

Es injusto. Porque facilita el éxito a los tramposos, y desmotiva al resto, forzándoles incluso a abandonar la práctica deportiva, o a caer en esa misma actitud negativa. Pone en riesgo la salud. Se consumen sustancias que alteran la respuesta fisiológica del organismo en el esfuerzo. Y se consumen a veces en dosis muy por encima de las seguras, y en combinaciones que aumentan aún más el riesgo de patologías y de muerte súbita. ¿Son evaluados estos posibles efectos en esfuerzo en los deportistas? No conozco ningún caso. A los propios efectos secundarios (probados y peligrosos en muchos casos) achacables al consumo de dopantes hay que añadir el esfuerzo, máximo y supra máximo a veces. La salud psicológica y moral del deportista también se ve afectada, porque doparse es una acción impropia de un buen deportista; como lo es también de cuantos impulsan, facilitan o permiten que un deportista se dope.

Desnaturaliza el propio deporte. El deporte es el último reducto de actividad física para la mayoría de los jóvenes. Bien organizado y realizado, es una de los mejores elementos para preservar la salud y para la sana diversión y la socialización. Pero el deporte contaminado con dopaje deja de ser una oferta positiva para la juventud, y para la sociedad en su conjunto.

Algunos deportistas pueden acceder a los servicios de expertos en dopaje, expertos que velan por el resultado del tratamiento puesto, por reducir el riesgo de control positivo, y por evitar efectos no deseados, al menos inmediatos. Otros de los atrapados en esta vorágine han de conformarse con menos; muchas veces con el consejo machacón, inexperto y peligroso de personas nada cualificadas. En la lucha contra el dopaje contamos en la actualidad con dos elementos, los controles antidopaje y las intervenciones informativas y educativas. Un tercer elemento, la reorganización social del deporte en aras de un nuevo modelo de calidad, quizás debiera ser también considerado.

Se trata  de preservar y potenciar la esencia del deporte. Los juegos y los deportes han de proporcionar salud y diversión, y también han de servir para la formación de los jóvenes. No podemos concebir un deporte de calidad carente de un fuerte componente educativo. Y esta educación ha de sustentarse, hoy más que nunca, en la deportividad, en la ética.

El deporte, en su concepción integral, está sucumbiendo al modelo liberal y materialista que se va asentando en nuestra sociedad. Se ha perdido mucho del “espíritu deportivo” en favor de una competición centrada en premiar al que llega antes, y preocupada por los fichajes, las categorías, las promociones y los descensos. Vaciando el deporte de deportividad, seguirá siendo espectáculo, pero se irá convirtiendo más y más en campo de frustraciones, de discriminación, de competición deshonesta y de mala formación para los jóvenes.

Podemos prevenir y tratar el dopaje preservando el espíritu deportivo. Manteniendo, en todo momento, un comportamiento ético y un respeto a las reglas que regulan la práctica deportiva. Podemos centrar nuestro objetivo en el deporte de base, en un intento de mantener el deporte puro al menos hasta la mayoría de edad de los deportistas, por medio de un refuerzo de la calidad y de la vigilancia en los niveles infantil y juvenil.

El deporte es mucho más que potencia física, eficiencia muscular, habilidad motora y atrevimiento. El deporte debe poner de relieve todas nuestras capacidades, como personas y como sociedad. Debemos reforzar la idea de un deporte universal, sano, justo, respetuoso y elegante, un deporte para la convivencia y para la paz, un deporte educativo, formador de personas.

Violeta

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About Violeta Campos Albarrán

Para mayor contacto puede escribir a violetajudo@hotmail.com

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